La antigua Barcino, la esencia de lo que hoy conocemos como la ciudad, donde las ruinas romanas conviven con el gótico medieval, originó el primer distrito: Ciutat Vella. Sus calles, callejones y plazas son un libro abierto de la historia de Barcelona.
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DONDE SE VIVE LA HISTORIA
El distrito de Ciutat Vella, surgido del recinto amurallado que rodeaba la antigua ciudad, es un fascinante entramado de calles y plazas por el que puede irse recorriendo la historia de Barcelona.
Ciutat Vella reúne cuatro barrios, cada uno de los cuales ejerce una importancia primordial en la construcción de Barcelona: el Gòtic, que es el núcleo urbano más antiguo de la ciudad, el lugar donde podría decirse que empezó todo; Sant Pere, Santa Caterina, el Born y la Ribera, el barrio medieval; el Raval, el núcleo que se articuló en torno a los caminos rurales fuera de la muralla, y la Barceloneta, un barrio marinero junto al puerto que se construyó a mediados del siglo XVIII bajo la vigilancia de la Ciutadella, la fortaleza militar levantada para reprimir a los barceloneses tras la revuelta de 1714.
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UNA ESENCIA VIVA
Pese a su nombre, Ciutat Vella es uno de los distritos más vivos y diversos de Barcelona. En Ciutat Vella pueden seguirse las huellas de los antiguos romanos, rezar en templos góticos que aspiran a tocar el cielo, seguir el rastro de los grandes arquitectos modernistas o disfrutar de la oferta cultural más contemporánea de la ciudad en el barrio del Raval. Permite vivir antiguas profesiones mediante los nombres de sus calles e incluso revivir la pasión de grandes artistas de todas las artes, desde el pintor Pablo Picasso hasta la bailaora de flamenco Carmen Amaya.