El distrito de Gràcia es carismático, cosmopolita y bohemio. Con una intensa vida asociativa, conserva la esencia de pueblo orgulloso que reivindica su pasado.
CULTURA Y CREATIVIDAD EN CADA RINCÓN
En Gràcia conviven vecinas y vecinos gracienses de toda la vida con estudiantes de todas partes, jóvenes y no tan jóvenes, que se saludan por las plazas. El carácter independiente les viene de antiguo, de cuando eran la antigua Vila de Gràcia.
La parte alta del distrito, con los barrios de Vallcarca, el Coll y la Salut, que baja hasta la Vila y el Camp d’en Grassot i Gràcia Nova, tiene un origen básicamente rural. Algunas de las antiguas masies sobrevivieron y todavía pueden verse repartidas por el barrio de la Salut o en los alrededores del Park Güell, la ciudad residencial ajardinada que el industrial Eusebi Güell encargó al arquitecto Antoni Gaudí y que finalmente se convirtió en un parque.
La cultura y la creatividad se encuentran en cada rincón. Tiendas, tiendecitas, estudios y centros culturales salpican unas calles de nombres floridos y poéticos que desembocan en las decenas de plazas de la zona.
El barrio de Gràcia, lleno de arte, cultura y vida, celebra cada agosto su Fiesta Mayor, una cita ineludible para todos los barceloneses y barcelonesas. Hay multitud de terrazas para escoger, siempre abiertas para tomar el fresco y disfrutar del ambiente.