Las chimeneas centenarias son testimonio del pasado industrial de Sant Martí, una industria que, sin embargo, ha dado paso a la innovación y a las nuevas tecnologías y ha convertido los barrios del distrito en el motor de la nueva Barcelona.
NUEVAS IDEAS CON VISTAS AL MAR
Los Juegos Olímpicos de Barcelona transformaron la ciudad y los barrios de Sant Martí en particular. El distrito se abrió definitivamente al mar y transformó las fábricas, los almacenes y las naves industriales en zonas verdes, equipamientos y empresas tecnológicas. Posteriormente, en lo que se ha denominado distrito 22@ se ha instalado el MediaTIC, uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura innovadora de la zona.
Con diez barrios, el distrito de Sant Martí conserva núcleos históricos con mucha actividad popular (como la que se respira en torno a la rambla del Poblenou o en los barrios del Clot, el Camp de l’Arpa y en el entorno de Sant Martí y la Verneda), chimeneas centenarias y fábricas reconvertidas en facultades universitarias, espacios de creación artística, centros de innovación o museos. Son un ejemplo de ello Can Framis, La Escocesa, Hangar, Ca l'Alier o el Campus Universitario del Besòs
UN DISTRITO CON PLAYAS
En uno de los extremos del distrito está la plaza de las Glòries Catalanes, con el Museo del Diseño y la Torre Glòries, que flanquean el nuevo parque. En el litoral puede visitarse la Vila Olímpica o la zona del Fòrum, que tiene como puerta de entrada el Museo de Ciencias Naturales, otro ejemplo de arquitectura singular. También puede disfrutarse de las numerosas playas que se extienden a lo largo del paseo Marítim.
Y los muchos parques del distrito, algunos de los cuales han sido diseñados por arquitectos de renombre, como el parque de Diagonal Mar, obra de Enric Miralles, o el parque del Centre del Poblenou, de Jean Nouvel, ofrecen visiones extraordinarias, propias de ciudades innovadoras y ávidas de futuro. También puede pasearse por amplias zonas verdes situadas al lado del mar, como el parque del Poblenou o el parque del Clot y la ajardinada rambla Prim, que permiten captar el latido de los barrios donde se encuentran