Inspiración del pasado

La Casa Serra, en el corazón de L’Eixample, fue declarada bien de interés cultural nacional en el año 2001. Se trata de un edificio modernista donde confluyen elementos de inspiración plateresca que el arquitecto Puig i Cadafalch diseñó entre 1904 y 1908.

Un edificio de homenajes

Los elementos de aire medieval se elaboraron con la idea de reproducir la puerta principal y la ornamentación de las ventanas de la antigua Casa Gralla, que se encontraba en la calle de la Portaferrissa y que desapareció en el siglo XIX. Los encargados de trabajar en esta parte escultórica de la fachada fueron los habituales colaboradores de Puig i Cadafalch, Eusebi Arnau y Alfons Juyol, que en cada ventana colocaron bustos de personajes célebres, como el del pintor Marià Fortuny.

La Casa Serra ha tenido muchos propietarios y usos a lo largo del tiempo: acogió un colegio de monjas en 1908 y, durante la Guerra Civil, fue la sede del Ministerio de Sanidad. En los años ochenta fue reformada para albergar una de las sedes de la Diputación de Barcelona.