Una fortaleza de piedra

Construidas en piedra y generosamente ornamentadas, estas casas fueron edificadas por encargo de la poderosa familia Rocamora y siguen la corriente goticista que tan de moda estaba durante el primer tercio del siglo XX. Destacan las imponentes tribunas de los cinco pisos, la decoración escultórica en piedra y el gran torreón semicircular de la esquina, que acaba con una cúpula cónica y confiere a todo el conjunto un aire de fortaleza medieval. El toque de color lo dan las cinco cúpulas: cubiertas de cerámica de colores anaranjados, brillan y cambian de tonalidad en función de la luz.

Ostentación de poder

Desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, era frecuente que la burguesía catalana se hiciera construir casas opulentas que dieran fe de su riqueza. Así lo hicieron las familias barcelonesas que se habían enriquecido con la industrialización o con el comercio, y que escogían el paseo de Gràcia como nuevo lugar de residencia.