Un proyecto ambicioso

En plena avenida Diagonal, en la frontera entre los distritos de Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi, se encuentra el centro comercial más antiguo de Barcelona, L’Illa Diagonal, un espacio de 35.000 metros cuadrados con más de 170 comercios y restaurantes. Desde que se inauguró, el 1 de diciembre de 1993, L’Illa Diagonal ha estado muy concurrida, ya que atrae a clientes no solo de la zona sino de toda la ciudad, y se ha posicionado como uno de los espacios comerciales con mayor calidad de productos y servicios.

Se proyectó en 1990 en un terreno urbano de 56.000 metros cuadrados, que ocupa una manzana entera del barrio de Les Corts, una magnitud que le valió el nombre de Supermanzana.

Diseñado por los arquitectos Rafael Moneo y Manuel de Solà-Morales, el edificio tiene un estilo peculiar en forma de rascacielos horizontal, que parece descansar tumbado junto a la Diagonal.

Para encontrarlo todo

L’Illa Diagonal fue el primer centro comercial de la ciudad que incluía una variada oferta de tiendas y restaurantes, así como un hotel, espacios de oficinas y equipamientos municipales. Pronto se convirtió en un modelo de referencia para los nuevos espacios de este tipo que se inauguraron poco después en Barcelona.

Tras su última reforma, en 2006, L’Illa Diagonal amplió su superficie con otros 4.000 metros cuadrados y abrió nuevas tiendas y un nuevo hotel de grandes dimensiones.
No hay nada que no pueda encontrarse en L’Illa Diagonal, cuya oferta va mucho más allá de las compras y la restauración, ya que el complejo también incluye un polideportivo, un centro de convenciones, un parque público e, incluso, una discoteca con sala de conciertos.