La Barcelona preindustrial

Pasear por el barrio de la Clota es hacerlo por un escenario casi rural, como congelado en el tiempo, y muy diferente al de la Barcelona más conocida. Los vecinos son hijos y nietos de agricultores, de las populares lavanderas de Horta y de artesanos de toda la vida: marmolistas, carpinteros, cerrajeros… Aquí, el tiempo ha transcurrido a otro ritmo, y su lejanía respecto del centro de la ciudad ha favorecido la preservación de un estilo de vida previo a la industrialización.

El agua de la Clota

Por el barrio de la Clota pasaban los torrentes de Sant Genís, de las Catorze Plomes y de la Genissa. Eso generó la instalación de un gran número de sistemas hidráulicos, como pozos, fuentes y acequias, que posibilitaron la producción agrícola en la zona, el avituallamiento de agua a la ciudad y la aparición de los populares lavaderos.