Un gesto filántropo

Todo empezó con un generoso gesto de Agustí Massana, que donó al Ayuntamiento 500.000 pesetas para la creación de una escuela gratuita donde los hijos de los obreros pudieran formarse. En 1929, la joven Escuela Massana abría sus puertas en la calle de Avinyó y, posteriormente, en 1935, se trasladaba al edificio actual, en el antiguo Hospital de la Santa Creu. Desde entonces la escuela ha formado a profesionales de las artes aplicadas y los oficios artísticos en ámbitos tan diferentes como la pintura, la joyería, la forja, la fotografía, la ilustración, el grabado, el diseño de indumentaria o la escenografía.

Un nido de artistas e intelectuales

La Escuela Massana tiene prevista la mudanza a la plaza de la Gardunya, donde no quiere dejar de mostrarse como el centro vibrante y creativo que ha sido siempre. La escuela divide la formación en tres grandes áreas (artes visuales, artes aplicadas y diseño), y su oferta educativa abarca todos los niveles: bachillerato artístico, ciclos formativos, estudios de grado, másteres, posgrados y formación continua.

Su comunidad reúne a estudiantes y profesorado de todas partes, y por sus aulas han pasado personajes tan populares como Carme Solé Vendrell, Joan-Josep Tharrats, Roser Capdevila, Carme Ruscalleda, Quim Monzó y Pau Riba.

La Escuela Massana forma parte del proyecto Raval Cultural, una suma de más de trescientas ofertas culturales que ofrece el barrio.