Modernismo discreto

Considerada por los expertos como un ejercicio de contención expresiva, la Casa Fuster es un edificio de gran elegancia realizado por uno de los grandes arquitectos modernistas de principios del siglo XX, Lluís Domènech i Montaner, por encargo del abogado Marià Fuster.

Diseñada y construida entre 1908 y 1911, el material principal utilizado fue el mármol blanco, y siguió las características clásicas de la obra del artista: columnas robustas con una base de piedra roja, ornamentación floral inspirada en la naturaleza y ventanas trilobuladas. Además, las dos fachadas principales destacan organizadas en torno a una tribuna en forma de torre que sube hasta la cima del edificio. Siguiendo formas a más racionalistas, el edificio está rematado por un curioso desván de estilo francés muy insólito en la arquitectura modernista catalana.

Un hotel con lujo histórico

En la Casa Fuster, que durante décadas acogió a las oficinas de la empresa eléctrica Enher, han vivido muchas personalidades destacadas. Entre los residentes ilustres sobresale el poeta Salvador Espriu, a quien se han dedicado los jardines que se abren delante del edificio, en el tramo final del paseo de Gràcia.

Hoy en día, y después de un proceso de reforma llevado a cabo el año 2004, la Casa Fuster se ha transformado en un lujoso hotel de la empresa Center. Esta reforma también conllevó la recuperación del histórico Café Vienés, un espacio absolutamente singular que en el pasado fue punto de encuentro de artistas e intelectuales y que en la actualidad celebra, todos los jueves, unas magníficas sesiones de jazz.