Desde la antigua Barcino, se han empleado varios métodos para abastecer a la ciudad con las aguas de Collserola. Se ha vivido una evolución tecnológica que nació con sistemas basados en la fuerza de la gravedad para la canalización de aguas hasta el actual sistema de agua a presión. La mina Grott es uno de los vestigios de la ingeniería hidráulica y fue construida en 1855 para canalizar las aguas del pantano de Vallvidrera, pero la actividad minera fue disminuyendo. En 1908 se aprovechó la construcción y se instaló el primer tren eléctrico de pasajeros construido en España. Se trataba de un vagón eléctrico con capacidad para 36 personas que las transportaba a través de un flamante túnel iluminado por decenas de bombillas de colores. Fue toda una atracción para aquellos barceloneses que querían disfrutar de la naturaleza y acercarse a Collserola. Aun así, el trenecito duró poco tiempo, aunque viajaron en él cerca de cuarenta mil personas. El tren dejó de funcionar y el túnel quedó cerrado, tal como lo vemos hoy en día, dejando en mitad del bosque una misteriosa puerta enrejada que pocos relacionarían con el nacimiento del tren eléctrico.