La plaza de Comas está dedicada a quien fue presidente de la Diputación de Barcelona, esposo de Dolors Masferrer, la propietaria de estos terrenos. La urbanización es una voluntad expresa de ella, que vendió las fincas para la construcción del punto neurálgico de poder del antiguo municipio de Les Corts. Todo sucedió a principios del siglo XIX, un momento en el que los poderes sociales de Les Corts querían aprovechar la posibilidad que la Constitución de Cadiz (1812) les brindaba de constituirse en municipio independiente. Lo consiguieron en 1836, aunque el edificio que acogió la casa consistorial hubo de esperar hasta 1884. El antiguo ayuntamiento, actualmente sede del Distrito de Les Corts, es obra de Antoni Rovira. De corte netamente neoclásico, destaca en su fachada el coronamiento con forma de frontón triangular donde se muestra el escudo de Les Corts. En su interior aparecen algunos elementos neoclásicos, y en las salas nobles, destaca una colección de cuadros de Antoni M. Fabrés. Ante el edificio se encuentra la estatua de Pau Farinetes, vecino emblemático de la masía Farinetes. Antiguamente, la escultura era de cerámica y estaba situada en un pedestal, pero la nueva urbanización de la plaza la situó a pie de calle, una proximidad que le ha comportado una vinculación emocional destacable con quienes pasan por delante. La estatua quiere evocar, dignificar y perpetuar la memoria colectiva del pasado campesino de Les Corts.