Una rambla para la gente

Bordeada por palmeras, uno de los árboles distintivos de Barcelona, y con bancos a ambos lados, la rambla del Raval es un buen lugar para huir del ruido más intenso de los callejones interiores del barrio mientras se contempla el ir y venir de la gente que pasa por él cada día. De hecho, en este paseo la actividad no cesa nunca, tampoco por la noche, cuando los cafés y restaurantes, donde hay una buena representación de las cocinas del mundo y establecimientos de cocina local, se llenan de gente. La rambla del Raval es también un espacio que el vecindario ha hecho muy suyo: se organizan muchas actividades culturales, especialmente durante los meses de buen tiempo. Una muestra es el Mercado Abierto del Raval, una feria de diseñadores urbanos donde es posible encontrar piezas singulares hechas con mucha imaginación y creatividad. Tiene lugar los fines de semana del verano.

El gato de Botero

El escultor colombiano Fernando Botero es el autor de esta gigantesca y originalísima escultura de bronce en forma de gato que da la bienvenida a la rambla del Raval desde la calle de Sant Pau.