Se trata de uno de los pocos vestigios de la arquitectura rural medieval que quedan en Les Corts. El nombre le viene dado por la torre de vigilancia edificada de forma contigua a la casa, construida en la Alta Edad Media (siglo X) como medida de defensa contra las invasiones sarracenas lideradas por Al-Mansur. Con el paso del tiempo, la casa ha sufrido muchas remodelaciones. El aspecto actual se debe a una reconstrucción posterior a la guerra de Sucesión y a la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714, momento en el que la casa fue incendiada. Sin embargo, de antes ha persistido la inscripción en la puerta de entrada, del año 1610, con el nombre del propietario de entonces, Benet Vinyals de la Torre, y el escudo de la familia. Hay otros indicios de la edificación que podrían datar de los siglos XVI y XVII. Actualmente, la masía acoge las oficinas del grupo hotelero propietario del edificio y del hotel Princesa Sofía, que se alza justo al lado.