Entre la ciudad y el campo

Tradicionalmente, los mercados han sido punto de encuentro entre el mundo rural y la ciudad, además de ser centros neurálgicos de los barrios. El Mercado del Poblenou sigue siendo un órgano vital del barrio, al que ya lleva más de 120 años sirviendo: la variedad de los productos, tanto locales como foráneos, la calidad, el trato familiar y los precios populares son motivo de orgullo para comerciantes y poblenovinos. Además, la modernización de las instalaciones lo ha convertido en un mercado de futuro, preparado para asumir los retos del siglo XXI sin perder el espíritu popular que siempre lo ha definido.

Actualmente, el Mercado del Poblenou cuenta con 22 puestos de alimentación y un establecimiento de autoservicio. Destaca el diseño de las islas comerciales, que ha permitido incorporar por primera vez a un mercado dos puestos de fruta y verdura en régimen de autoservicio.

Arquitectura europea

El Mercado del Poblenou, diseñado en el año 1889 por el arquitecto Pere Falqués, es de dimensiones modestas y formas sencillas, pero de una gran belleza. La nave, con paredes de obra vista y cubierta de hierro, está formada por un cuerpo central y dos laterales, y sigue la tendencia constructiva de las postrimerías del siglo XIX, que se inspiraba en los edificios nuevos de París y Londres.