Vegetación frondosa

Si se accede al parque desde la plaza de las Matemàtiques, lo primero que se encuentra es un espacio dedicado a las pistas de petanca, muy frecuentadas tanto por los jugadores como por los que se divierten desde los bancos que las rodean. La otra entrada, a la altura de la Gran Via de les Corts Catalanes, lleva al visitante por un camino que comunica el parque con la calle de la Font Florida. El paseo queda por encima del talud que, recuperando el perfil de la montaña, queda cubierto de césped, pinos, encinas, chopos, ombús y eucaliptos. Por debajo, crecen arbustos mediterráneos como la retama y el espliego. En lo alto, frondosas jacarandas ornamentan la zona. En la plaza central, las protagonistas son las tipuanas, que echan una flor amarilla espectacular.

La apariencia de un parque de 1929

El parque se creó en 1995, emulando el estilo de los jardines diseñados en la montaña de Montjuïc por Jean-Claude Nicolas Forestier con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.