El distrito de Sant Andreu conserva el legado rural e industrial del pasado de los diversos territorios que lo integran. El recorrido por sus calles permite una aproximación a las generaciones de obreras y obreros que marcaron la identidad de cada uno de los siete barrios. 

Sant Andreu de Palomar invita a explorar este pasado a través del recinto Fabra i Coats, antigua industria textil repensada como espacio cultural, y de la Casa Bloc, joya arquitectónica del racionalismo catalán. En la Sagrera se puede profundizar en el tema haciendo una visita a la Nau Ivanow, actualmente un equipamiento dedicado a la investigación en artes escénicas, y al parque de la Pegaso, antigua fábrica de vehículos.

Las historias de los indianos y de la celebración del Congreso Eucarístico de Barcelona confluyen en el barrio del Congrés i els Indians, mientras que el barrio vecino de Navas es testimonio del crecimiento urbanístico del siglo XX. 

En el Bon Pastor todavía se pueden encontrar los vestigios de las viviendas obreras conocidas como las casas baratas, junto con la actividad vigente del polígono industrial, y Baró de Viver es testimonio vivo de la reubicación poblacional en nuevos bloques de edificios con la desaparición de ese mismo modelo de las casas baratas. Por último, la Trinitat Vella guarda la esencia de una periferia campesina y luchas vecinales que redondean el carácter del conjunto del distrito.