Herencia con sabor

Las primeras casas de comidas de la ciudad las abrieron, en el siglo XVIII, cocineros italianos que importaron algunos platos y productos que pronto se fusionaron con los autóctonos para hacer una cocina puramente local. Pero ya en el siglo XIX llegó la moda de los cocineros franceses, que imponían en sus restaurantes un recetario que hasta entonces la burguesía barcelonesa desconocía.

Según el Libro Guinness de los Récords, el restaurante más antiguo de Barcelona y el segundo más antiguo de España está en el barrio Gòtic, al lado de La Rambla, cerca de la plaza Reial y la plaza de Sant Jaume. Es la Fonda Can Culleretes, fundada en 1796. Otro local histórico es Els 4 Gats, fundado en 1897 en la calle de Montsió, también en el barrio Gòtic. Este mítico restaurante era un lugar frecuentado por Dalí, Picasso y Hemingway a principios de 1900, y es un clásico con historia y tradición. También con mucha tradición y muchos años de vida, el restaurante 7 Portes, fundado en 1836, es otro de los clásicos de la ciudad. Sus paredes esconden una larga historia arquitectónica y el encanto del pasado. Muchos son los famosos que han degustado sus platos: escritores como Camilo José Cela o Federico García Lorca, o artistas como Dalí, Picasso o Miró. Incluso el mítico revolucionario Che Guevara cenó aquí.

Para conocer la idiosincrasia de la Barcelona noctámbula es importante, también, descubrir los bares históricos. En la ciudad hay muchos, pero quizás los más destacables son el Marsella, el London Bar o la CasaAlmirall. En el Marsella la bebida más popular es la absenta, de fabricación local. La decoración centenaria le otorga cierto aire parisino. El London Bar abrió sus puertas en 1910. Tiene una decoración modernista y todavía programa música en directo. La Casa Almirall es otro bar centenario que con el paso del tiempo ha mejorado. Como todos los de la época, también tiene inspiración modernista, y la absenta es la bebida estrella.