Un mercado centenario

En unos terrenos conocidos antiguamente como el Hort Nou, el arquitecto municipal Pere Falqués, autor de un gran número de obras y edificios modernistas, construyó el Mercado de Sants, que se inauguró en 1913. Este nuevo mercado cubierto, que daba servicio a un barrio de Sants cada vez más poblado, no tardó en convertirse en el centro de la vida comercial y social de la zona. El edificio, de obra vista y con tres cuerpos, es un ejemplo casi perfecto de un tipo de arquitectura arraigada en los mercados de principios de siglo de la ciudad de Barcelona.

Protegido como bien cultural de interés local en el Catálogo del patrimonio arquitectónico e histórico-artístico de Barcelona, el paso de los años hizo necesaria una reforma que recuperara su esplendor.

Eficiencia y modernidad

Las obras, que se empezaron en el 2009 y acabaron en el 2014, fueron a cargo del estudio de arquitectura Pb2 Projecte, con el arquitecto Josep Llobet i Bach al frente. La reforma que se ha llevado a cabo ha respetado los elementos modernistas de la fachada para mantener la esencia del edificio original y también ha renovado y modernizado completamente el interior.

Cada uno de los cincuenta puestos que tiene se ha diseñado de acuerdo con los vendedores y los productos que ofrecen. Además, se ha dotado al mercado de nuevos servicios, como un aparcamiento para los clientes con 90 plazas. La remodelación también ha tenido en cuenta la sostenibilidad y ha incluido elementos que lo convierten en un modelo de eficiencia energética, como un sistema de climatización basado en el uso de las aguas freáticas o el alumbrado con sensores de presencia, entre otros.